martes, 29 de septiembre de 2009

Al infinito y más allá

Fue todo un ritual. La noche del 27 de septiembre Petiso dejó el pañal. Para que el niño se olvidara de esa prenda desechable absorbente con dibujos de Disney, tuvimos que montar toda una ceremonia: amarramos el pañal usado al cordón de un globo inflado con gas neón.
Luego salimos a la calle, nos despedimos del pañal, esa prenda que fue la primera que le pusimos al nacer, y le dijimos adiós.
Ya saben, "ya eres un niño grande, despídete del pañal porque ya vas a hacer pipí y popo en el excusado y bla bla bla".
Con su carita llena de sorpresa y expectación, bajo la Luna en creciente y en brazos de Don D, mi Niño dijo "alló pañal" soltó el cordón del globo y vio cómo éste se alejaba en la ya muy oscura noche otoñal.
Después nos preguntó a dónde se había ido el globo. Al cielo, le respondimos. Y aprovechando la película de Toy Story, que nos chutamos como cinco veces el fin de semana, le dijimos que el globo con todo y pañal se había ido "al infinito y más allá".
Mi Niño Grande regaló los pañales que ya no usará a un vecinito, un bebé más pequeño que él que, por ser bebé, todavía los usa. ¡Toda una experiencia!
La estoy disfrutando. El trabajo aumentó para mí. Je je.

No hay comentarios:

Publicar un comentario